Este si es un tema, un tema que todos los interesados en la conservación y mejora del medioambiente estamos relacionando. En estas semanas he visto por nuestro único medio de comunicación seguro para nuestra salud, que son los medios digitales, expresiones de que bajan los niveles de contaminación del aire en las ciudades, de que algunos animales vuelven a recorrer zonas que les habían sido negadas tanto en tierra como en agua, y basta con estas pequeñas expresiones de cambio para engañarnos y decir “esta sucediendo algo bueno en el ambiente con esta situación”.
Pero en realidad es una muestra de la cultura de respuesta inmediata en la que estamos inmersos, está urgencia de querer ver resultados automáticos, mágicos, pero de ninguna forma ni el planeta ni la naturaleza funcionan así, de hecho, cometemos un error si pensamos que se está revirtiendo en algo el enorme daño ambiental que tiene a todo el planeta en peligro, simplemente porque estamos unas semanas en nuestra casa.
Muy por el contrario, las estimaciones de lo que puede pasar en cuanto termine la emergencia dan un horizonte desolador. Basta con pensar un poco en el petróleo, que como sabemos es un combustible fósil y que a marchas forzadas ya había comenzado a sustituirse por energías limpias… Eso puede detenerse de forma sumamente drástica, debido a la enorme recesión económica que imperará en el mundo como resultado de la pandemia y entonces, las inversiones a largo plazo, en energías limpias, se pueden ver relegadas para otro momento, debido a la gran baja en los precios del petróleo. Las empresas y los gobiernos pueden considerar más conveniente seguir aprovechando este recurso que proteger al planeta a costa de una economía muy golpeada por esta emergencia sanitaria.
Pero entonces, ¿hay algo que cada uno, en lo individual, en casa, ahora mismo, pueda hacer para proteger al medio ambiente pase lo que pase en lo futuro con las decisiones de los gobiernos y las empresas? Definitivamente si hay mucho por hacer.
En Menos es Más Caminemos al futuro, no nos hemos caracterizado por generar protestas y expresar inconformidad por como están las cosas actualmente, siempre hemos promovido cambios, información para tomar mejores decisiones de consumo, y desarrollar un respeto por la vida en todas sus formas, algo muy perdido actualmente. Ahora, te invitamos a que hagas tu parte a favor del ambiente, ahí, donde te encuentras, realizando cambios sostenidos de conducta, que influyan en las personas más importantes para ti. Tu familia, tus amigos.
Comprar a granel, consumir productos que no estén sobre empacados y que sean amigables con el ambiente, hacer una separación correcta de residuos, el ahorro de agua, ahorro de energía, reúso de materiales, recuperación de tela, papel, tetrapack, pet, cartón; conversando con los tuyos sobre el cambio climático para crear conciencia, cuidando plantas y animales que tengas en casa, aprovechando al máximo los alimentos, generando composta con los residuos orgánicos, evitando el uso de plástico desechable. Si hacemos esto, si habrá cambios positivos, pero debemos ser perseverantes, al fin y al cabo, la perseverancia es un rasgo de carácter que ya estamos cultivando al no salir de casa y sujetarnos a las indicaciones para proteger nuestra salud y como es bien sabido la perseverancia es la clave del éxito.
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